20161212_154319      Estudié en varios colegios e institutos, por toda la geografía española, por traslados laborales de mis progenitores. Al terminar el bachillerato había estado en siete centros educativos, por este orden: Valencia, Valladolid, Badajoz y Madrid, aunque yo nací en Zaragoza, de padre palentino y madre navarra. Para no dejar de hacer cambios, acudí a tres Universidades: la autónoma de Madrid, la autónoma de Barcelona (donde me licencié en 1978 en Ciencias Físicas) y la complutense de Madrid (donde hice el Curso de Aptitud Pedagógica)
He tenido tres hijos y, para seguir con la tradición familiar de estar siempre en movimiento, nacieron en Madrid (1979) Zaragoza (1981) y Barcelona (1999)
Oposité al Cuerpo de Observadores de Meteorología del Estado en 1984. Hice un curso de Formación en Madrid y me destinaron en 1985 a Zaragoza (primero) y a Toledo (después)
En 1986 oposité al Cuerpo de Diplomados en Meteorología. Tuve que hacer un curso de formación en Madrid entre 1986 y 1987. En Noviembre de 1987 fui destinada a Palma de Mallorca como predictora del tiempo. En 1989 me trasladé a Barcelona, como predictora también, donde estuve hasta 2002.
En 1989 aprobé la oposición del Cuerpo de Meteorólogos. Tras otro curso de seis meses en Madrid en 1990, en 1991 se me asignó una plaza en Barcelona. En 2002 decidí venir al País Vasco y solicité y obtuve plaza en San Sebastián (Gipuzkoa) como Jefe de Estudios Meteorológicos. Accedí en 2005 a la Jefatura del Centro Meteorológico Territorial en el País Vasco. Este puesto se transformó luego en el de Delegada de la Agencia Estatal de Meteorología   en el País Vasco, al crearse la AEMET en 2009. Continúo en él.
De todas las disciplinas meteorológicas, lo que más me gusta es la meteorología marítima. Es por mi afición al movimiento perpetuo. En la predicción meteorológica general se predicen los factores atmosféricos, ya que la tierra es sólida y permanece en su sitio. Pero la marítima es doblemente atractiva, ya que el mar se mueve y hay que prever ese movimiento. En la Meteorología marítima se mueve todo: la atmósfera y el lecho sobre el que se encuentra y, además, se influencian entre ambos.
Otra disciplina apasionante para mí es la Historia del Clima y, más aún, la Prehistoria del Clima.
Me gustan la Meteorología y la Climatología porque ningún día es igual a otro, ni ningún mes, ni ningún año, ni quinquenio, ni decenio, ni siglo.
El clima está siempre en movimiento, cambiando continuamente. Requiere de atención y estudio permanentes y tiene relación con todos los aspectos de la vida.
Mi objetivo: Sacar la ciencia a la calle y que pertenezca a todos, para eso hay que conservar lo que se tiene y darlo a conocer. No hay futuro, sin aprender del pasado. En Meteorología (y en la vida) lo que sucede hoy es consecuencia de lo sucedido ayer y causa de lo que sucederá mañana. Lección dura de aprender en cabeza propia, tanto como individuos, o como sociedad.
Por eso no hay que dejar nunca de investigar el pasado, para explicar el presente y predecir el futuro.
Margarita Martín Giménez